La culpa fue de mi padre,bueno del trabajo de mi padre.Este curso aquí,el siguiente en otro lado,cambio de colegio,cambio de ciudad,cambio de casa y cambio de...¿amigos?.
Mi sensación fue la de no encajar nunca.Cuando llegaba a alguna parte ya había "mejores amigas","la lista","la guapa","la jefa"...yo era "la nueva".Siempre me fue muy fácil echar la culpa y no esforzarme quizá lo suficiente en encajar,supongo también que es cuestión de carácter y de que siempre me ha faltado,y me falta,un poquito de seguridad en mi misma.Eso me ha llevado a no dejar amigos.No tengo amigos de infancia desperdigados por el mapa,como mucho conocidos,pero amigos no.
Pero la culpa era y es mía.No supe cuidar,mimar y trabajar las relaciones,con lo cual me fue siempre muy fácil hacer borrón y cuenta nueva.Y vuelta a empezar.Pero ahora ya sé que la culpa es mía y lo quiero arreglar.Y la vida me ha dado una segunda oportunidad.Me ha regalado muchas amigas.Amigas que puedo y quiero mimar para no perder nunca.Y fíjaros lo que son las cosas,lo último que nos hemos visto son las caras.Primero compartimos experiencias,después confidencias,penas,alegrías y ahora ya el día a día.
Aunque me he quedado con la penita de no poder abrazar a alguna,este fin de semana he podido por fin dar ese achuchón,ese abrazo y esos mil besos con los cuales nos regalamos cada día.Espero y pondré empeño en poder hacerlo con todas porque el momento vale la pena.
Gracias amigas.